Cada año mueren de forma prematura 3.500 personas en el área de Barcelona por la contaminación del aire y 30.000 personas en España. Esta muertes llegan a 400.000 personas en la Unión Europea, de las cuales 70.000 mueren a causa de las partículas de NO2.
España no ha hecho lo suficiente para disminuir la contaminación del aire. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Comisión Europea, que este miércoles ha lanzado una última advertencia con horizonte temporal: los cinco Estados bajo la lupa comunitaria por superar los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) —Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido—, tienen dos meses para tomar medidas. De no hacerlo, Bruselas puede dirigirse al Tribunal de Justicia de la UE para que actúe contra ellos.
En el caso de España, el problema se circunscribe a las dos mayores ciudades del país, Madrid y Barcelona. La Comisión señala que el dióxido de nitrógeno, cuyo principal origen es el tráfico de vehículos por carretera «constituye una grave amenaza para la salud». Y lo avala con datos: Bruselas cifra en 70.000 las muertes prematuras en Europa a causa de las partículas de NO2 en 2013. Para dar una idea de lo que supone ese número hace un paralelismo demoledor: los fallecidos triplican los muertos por accidentes de tráfico ese mismo año en todo el continente. «La Comisión insta a estos cinco Estados miembros a actuar para garantizar una buena calidad del aire y proteger la salud pública», afirman en un comunicado remitido este miércoles.
La advertencia de Bruselas viene a incidir en un debate que ya está sobre la mesa de las dos ciudades afectadas. El Ayuntamiento de Madrid activó el protocolo contra la contaminación el pasado noviembre limitando la velocidad y prohibiendo aparcar en el centro durante tres días, y a finales de año impuso además por primera vez en España la prohibición de circular a los vehículos según el número en que terminaba su matrícula. Mientras, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anunció que impedirá circular a los vehículos más contaminantes a partir de 2020 sin importar los niveles de polución del aire dentro de un amplio plan contra la contaminación atmosférica. La prohibición a este tipo de coches también podrá aplicarse de forma instantánea desde ahora los días en que haya episodios de alta contaminación.
Los responsables municipales cifran en 3.500 los muertos anuales por la mala calidad del aire en el área de Barcelona, por lo que entre los incentivos que ha dispuesto para reducir las emisiones contempla la entrega a partir de esta primavera de un título de transporte público de tres años de validez a los ciudadanos que se deshagan de un vehículo contaminante y no compren uno nuevo.
La acción de ambos Consistorios no sirve de momento para satisfacer las expectativas europeas, aunque desde Bruselas se reparten las culpas a todas las esferas de gobierno. «Se precisa mucho más esfuerzo a nivel local, regional y nacional para cumplir las obligaciones que impone la normativa de la UE y para proteger la salud pública». Más allá de los fallecidos por dióxido de nitrógeno, la Comisión asegura que la contaminación provoca la muerte de más de 400.000 ciudadanos de forma prematura en la UE por la mala calidad del aire y varios millones padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares.